MataETARRAS
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Agencias | 15/04/2012
Menos de un mes después del susto que protagonizó Fabrice Muamba, jugador del Bolton, al sufrir un ataque al corazón durante un partido de la FA Cup, la tragedia vuelve a cebarse con el fútbol. El centrocampista italiano del Livorno Piermario Morosini falleció ayer a los 25 años tras desplomarse por una crisis cardíaca en pleno partido que enfrentaba a su equipo con el Pescara (Serie B).
El futbolista sufrió un repentino malestar en el minuto 31. La jugaba se encontraba lejos de su posición cuando cayó al césped. Intentó incorporarse hasta en dos ocasiones, pero finalmente no pudo levantarse más. Inmediatamente fue socorrido por los servicios sanitarios presentes en el Stadio Adriático de Pescara. Le practicaron un masaje cardíaco con un desfibrilador y posteriormente fue traslado en ambulancia al hospital Santo Spirito de Pescara donde, tal y como ha declarado uno de los médicos que le atendió, llegó "sin vida".
Sin embargo, puede haber polémica. La ambulancia que trasladó a Morosini al hospital tardó más de la cuenta puesto que no podía salir del estadio al encontrarse mal estacionado un coche de la Policía Urbana. En Italia ya se preguntan si el futbolista habría salvado su vida siempre que la ambulancia hubiese llegado con más celeridad al hospital. Incluso todavía se desconoce la causa exacta de la muerte. En la próximas horas se le hará la pertinente autopsia para saber si falleció por una cuestión cerebral o de corazón.
Una vez conocida la noticia, la Federación Italiana de Fútbol decidió suspender todas sus competiciones y podría disputarse esta jornada liguera el próximo 25 de abril.
Vida dura. Morosini era un futbolista muy querido, sobre todo en la Serie B. Llegó a ser internacional Sub-21 y disputó cinco encuentros en la Serie A con Udinese. Además de militar en el club bianconero, estuvo en Atalanta, Bolonia, Vincenza, Reggina, Padova, y Livorno. Tuvo una trágica infancia puesto que sus padres fallecieron cuando tenía 16 años y también sufrió la muerte de su hermano. Ahora ya descansa en paz...
Menos de un mes después del susto que protagonizó Fabrice Muamba, jugador del Bolton, al sufrir un ataque al corazón durante un partido de la FA Cup, la tragedia vuelve a cebarse con el fútbol. El centrocampista italiano del Livorno Piermario Morosini falleció ayer a los 25 años tras desplomarse por una crisis cardíaca en pleno partido que enfrentaba a su equipo con el Pescara (Serie B).
El futbolista sufrió un repentino malestar en el minuto 31. La jugaba se encontraba lejos de su posición cuando cayó al césped. Intentó incorporarse hasta en dos ocasiones, pero finalmente no pudo levantarse más. Inmediatamente fue socorrido por los servicios sanitarios presentes en el Stadio Adriático de Pescara. Le practicaron un masaje cardíaco con un desfibrilador y posteriormente fue traslado en ambulancia al hospital Santo Spirito de Pescara donde, tal y como ha declarado uno de los médicos que le atendió, llegó "sin vida".
Sin embargo, puede haber polémica. La ambulancia que trasladó a Morosini al hospital tardó más de la cuenta puesto que no podía salir del estadio al encontrarse mal estacionado un coche de la Policía Urbana. En Italia ya se preguntan si el futbolista habría salvado su vida siempre que la ambulancia hubiese llegado con más celeridad al hospital. Incluso todavía se desconoce la causa exacta de la muerte. En la próximas horas se le hará la pertinente autopsia para saber si falleció por una cuestión cerebral o de corazón.
Una vez conocida la noticia, la Federación Italiana de Fútbol decidió suspender todas sus competiciones y podría disputarse esta jornada liguera el próximo 25 de abril.
Vida dura. Morosini era un futbolista muy querido, sobre todo en la Serie B. Llegó a ser internacional Sub-21 y disputó cinco encuentros en la Serie A con Udinese. Además de militar en el club bianconero, estuvo en Atalanta, Bolonia, Vincenza, Reggina, Padova, y Livorno. Tuvo una trágica infancia puesto que sus padres fallecieron cuando tenía 16 años y también sufrió la muerte de su hermano. Ahora ya descansa en paz...
