Javilonas
Trovador Loco
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El fin de ciclo ha llegado. Mucho se rumoreó sobre su presencia, pero ahora está aquí. Lo ha visto todo el sevillismo. En Braga, en Barcelona y en Sevilla, con un equipo que rozó el patetismo. La gran plantilla ha quedado desmantelada y a nada del comienzo liguero, las sensaciones son malísimas.
Se fueron los buenos. Se fueron yendo poco a poco. Con el discurso del vender para crecer se fueron dejando ir para engrosar las arcas con ese dinero que ahora reclama el aficionado. Ese dinero que no está sobre el césped y que crece y crece en las cuentas del club. Esos millones de euros a los que anoche, a voz en grito, aludía el gol norte cuando cantaban 'Del Nido ratero, ¿dónde está el dinero?'.
En la plantilla no está. O al menos, no se ve. 9,5 millones de euros por Adriano y unos 6 por Squillaci, vendidos a un precio que no está fuera de mercado. Dos jugadores de primerísimo nivel, titulares indiscutibles en el mejor Sevilla de la historia, dejan su sitio a Dabo, voluntarioso pero limitadísimo técnicamente (y fichado a coste cero) y Alexis, de cuyo fichaje se han alegrado más en Valencia que en Sevilla.
Se fue Poulsen, se fue Keita, se fue Alves... y se dilapidó el dinero. Otros se fueron sin ver casi ni un duro, como Martí, y lo que llegó nunca mejoró lo que había. Se vendió, pero no se creció. Porque con Duscher, no se mejoró. Ni con Romaric. Ni mucho menos con Konko.
Se invirtieron millonadas en mediocridades de amortización imposible. 8 millones por Chevantón, otros 8 por Mosquera, 5 por De Mul, 9,5 por Acosta, 12 por Koné... El uruguayo se ha ido gratis. Al colombiano se le perdió mucho dinero. Al belga se le cede temporada tras temporada. Acosta no se sabe cuándo va a jugar... y Koné, por desgracia, va por el mismo camino.
Este año las zonas a reforzar estaban claras. Bandas, centro de la defensa, y centrocampista organizador. ¿Y qué se ha hecho? Se sigue con un sólo lateral zurdo nato y se readapta a Dabo. Se deja ir a Squillaci y sólo se trae un sustituto. Y se traen dos mediocentros pagando 5 millones a un equipo de la Serie B por Guarente y la cesión de Cigarini, que visto lo visto, no es lo que necesita el Sevilla. No tiene las dotes de mando ni la jerarquía que el equipo demanda, no aparece, no conduce...
Aún se está a tiempo. Aún se puede enmendar el asunto y traer algo de lo que verdaderamente necesita el equipo. Si hay dinero, si se presume de fondos propios, que se inviertan y se pongan en el terreno de juego, que Palop, Escudé, Renato, Luis Fabiano y Kanouté son más viejos a cada año que pasa y a la larga, el petardo puede ser histórico. Aún están a tiempo de actuar.
Fuente: Un Sevilla desmantelado - Opinión - Sevilla Fútbol Club | elsevilla.com