pako88
que la fuerza te acompañe
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En su domicilio se hallaron documentos falsificados de numerosos países y de carnés profesionales de la DEA y de la CIA
Un ciudadano canadiense ha sido detenido como presunto autor de multitud de falsificaciones de documentos de identidad y permisos de conducir de numerosos países. En su domicilio se hallaron documentaciones falsificadas de Canadá, Reino Unido, Francia, Austria, Holanda, Italia, Malta y Bélgica, además de dos carnés profesionales falsos de la DEA y de la CIA. Durante la operación se ha desmantelado en Madrid un completo laboratorio de falsificación documental y tarjetas de crédito.
Falsificaciones de gran calidad
En mayo de 2009, se detectó la presencia en Madrid de un ciudadano canadiense que podría estar elaborando falsificaciones de gran calidad de pasaportes británicos y belgas. Los documentos originales procedían de los países de origen y eran modificados en España para ser utilizados fraudulentamente.
Ese mismo mes, los agentes de la Policía Nacional localizaron en la capital madrileña a un varón de características físicas similares a las que obraban en poder de los investigadores. Además, se comprobó que este sujeto adoptaba fuertes medidas de seguridad posiblemente para eludir la acción policial. Posteriormente se confirmó que efectivamente estaba realizando falsificaciones documentales, y que en numerosas ocasiones, había establecido contacto con personas de distintas nacionalidades con las que intercambió efectos y documentos.
En junio, los agentes averiguaron la identidad completa del falsificador cuando recogió varios envíos postales a su nombre en una sucursal de una empresa de paquetería en Madrid. Además se comprobó que se trataba de un recluso fugado de un centro penitenciario con varias causas pendientes.
Tras abandonar el país durante una temporada, a mediados de junio de 2010, de nuevo se tuvieron noticias del falsificador en España. Un nuevo envío a su nombre llegó a Madrid a través de la empresa de paquetería que utilizaba habitualmente. Tras varias semanas sin que nadie acudiera a recogerlo, llegó un segundo paquete a finales de mes que, según el albarán, contenía tintas invisibles. Finalmente, el ciudadano canadiense se personó en la sucursal de la empresa de mailing acompañado de otra persona para recoger estos paquetes y fue detenido. Ambos portaban documentación de identidad falsa en el momento del arresto.
Un ciudadano canadiense ha sido detenido como presunto autor de multitud de falsificaciones de documentos de identidad y permisos de conducir de numerosos países. En su domicilio se hallaron documentaciones falsificadas de Canadá, Reino Unido, Francia, Austria, Holanda, Italia, Malta y Bélgica, además de dos carnés profesionales falsos de la DEA y de la CIA. Durante la operación se ha desmantelado en Madrid un completo laboratorio de falsificación documental y tarjetas de crédito.
Falsificaciones de gran calidad
En mayo de 2009, se detectó la presencia en Madrid de un ciudadano canadiense que podría estar elaborando falsificaciones de gran calidad de pasaportes británicos y belgas. Los documentos originales procedían de los países de origen y eran modificados en España para ser utilizados fraudulentamente.
Ese mismo mes, los agentes de la Policía Nacional localizaron en la capital madrileña a un varón de características físicas similares a las que obraban en poder de los investigadores. Además, se comprobó que este sujeto adoptaba fuertes medidas de seguridad posiblemente para eludir la acción policial. Posteriormente se confirmó que efectivamente estaba realizando falsificaciones documentales, y que en numerosas ocasiones, había establecido contacto con personas de distintas nacionalidades con las que intercambió efectos y documentos.
En junio, los agentes averiguaron la identidad completa del falsificador cuando recogió varios envíos postales a su nombre en una sucursal de una empresa de paquetería en Madrid. Además se comprobó que se trataba de un recluso fugado de un centro penitenciario con varias causas pendientes.
Tras abandonar el país durante una temporada, a mediados de junio de 2010, de nuevo se tuvieron noticias del falsificador en España. Un nuevo envío a su nombre llegó a Madrid a través de la empresa de paquetería que utilizaba habitualmente. Tras varias semanas sin que nadie acudiera a recogerlo, llegó un segundo paquete a finales de mes que, según el albarán, contenía tintas invisibles. Finalmente, el ciudadano canadiense se personó en la sucursal de la empresa de mailing acompañado de otra persona para recoger estos paquetes y fue detenido. Ambos portaban documentación de identidad falsa en el momento del arresto.