bonel
Usuario Mítico
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Lewis Hamilton adelanta al coche de seguridad en Valencia: Sanción de 0 posiciones.
Fernando Alonso se salta una chicán en Silverstone: Sanción de 12 posiciones.
Las matemáticas no fallan y demuestran la injusticia que está impartiendo la FIA en el presente Mundial de Fórmula 1. El drive-through que Charlie Whiting le ha impuesto hoy a Fernando Alonso en el GP de Gran Bretaña sólo tiene un nombre: venganza.
Venganza por las críticas del piloto asturiano contra la FIA por perdonar a Lewis Hamilton en Valencia, donde el inglés adelantó al coche de seguridad en pista (una maniobra que puede ser merecedora de bandera negra) y sólo recibió una tímida sanción que no le hizo perder ninguna posición.
Hoy, Alonso ha adelantado a Kubica saltándose una curva. Quizás no ha sido una maniobra correcta (aunque Fernando no ha tenido más remedio que salirse de la pista), pero mucho menos correcta ha sido la sanción que ha recibido.
Charlie Whiting debería haber actuado con celeridad para obligar a Fernando Alonso a devolverle la posición a Kubica, pero no lo ha hecho. Se ha dormido. Luego Kubica ha tenido que abandonar y Whiting se ha inventado un desproporcionado drive-through, que ha destrozado la carrera del español.
Para hacer más daño, Whiting ha hecho salir al coche de seguridad para retirar unas piezas de carbono del asfalto (algo prácticamente inédito) y ha incrementado todavía más la gravedad de la sanción impuesta a Alonso.
¿Saben a quién beneficiaba ese coche de seguridad? Sí, han acertado. A Lewis Hamilton, que ha podido acercarse a Mark Webber y, cuando la carrera se ha relanzado, ha tenido una oportunidad de adelantar al australiano para deleite de los seguidores británicos. Al menos, Webber ha sabido resistir al frente.
Fernando Alonso se salta una chicán en Silverstone: Sanción de 12 posiciones.
Las matemáticas no fallan y demuestran la injusticia que está impartiendo la FIA en el presente Mundial de Fórmula 1. El drive-through que Charlie Whiting le ha impuesto hoy a Fernando Alonso en el GP de Gran Bretaña sólo tiene un nombre: venganza.
Venganza por las críticas del piloto asturiano contra la FIA por perdonar a Lewis Hamilton en Valencia, donde el inglés adelantó al coche de seguridad en pista (una maniobra que puede ser merecedora de bandera negra) y sólo recibió una tímida sanción que no le hizo perder ninguna posición.
Hoy, Alonso ha adelantado a Kubica saltándose una curva. Quizás no ha sido una maniobra correcta (aunque Fernando no ha tenido más remedio que salirse de la pista), pero mucho menos correcta ha sido la sanción que ha recibido.
Charlie Whiting debería haber actuado con celeridad para obligar a Fernando Alonso a devolverle la posición a Kubica, pero no lo ha hecho. Se ha dormido. Luego Kubica ha tenido que abandonar y Whiting se ha inventado un desproporcionado drive-through, que ha destrozado la carrera del español.
Para hacer más daño, Whiting ha hecho salir al coche de seguridad para retirar unas piezas de carbono del asfalto (algo prácticamente inédito) y ha incrementado todavía más la gravedad de la sanción impuesta a Alonso.
¿Saben a quién beneficiaba ese coche de seguridad? Sí, han acertado. A Lewis Hamilton, que ha podido acercarse a Mark Webber y, cuando la carrera se ha relanzado, ha tenido una oportunidad de adelantar al australiano para deleite de los seguidores británicos. Al menos, Webber ha sabido resistir al frente.
