Javilonas
Trovador Loco
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Al jugador uruguayo se le atribuye por excelencia la garra como la virtud que mejor define sus características, atribuida históricamente a la tribu india charrúa que poblaba las tierras orientales antes de la llegada de los colonizadores europeos... Pero no todo es coraje y espíritu guerrero propio de Gervasio Artigas en Uruguay, al menos en el fútbol... También hay calidad, jugadores que además de imprimir carácter saben darle sentido al cuero... Sin lugar a dudas es el caso de Martín Cáceres. Cáceres está demostrando en sus primeros meses en el Sevilla que es mucho más que un simple central. Ya lo evidenció en sus inicios en Defensor y en el Recreativo, pero el parón que experimentó su carrera en Barcelona y Juventus quizás había minimizado sus enormes facultades. En Nervión ha caído de pie. Nadie duda que es el dueño de la defensa, pero si sigue así lo será del equipo, dada su excepcional voluntad y habilidad para sacar el balón jugado y sumarse al ataque. Ante el Valencia armó la jugada del primer gol saliendo con el balón conducido desde área propia para plantarse en el balcón de la contraria. Por momentos fue un mediocentro más y cuando la ocasión lo requiso se escoró a la derecha para usar su precisa diestra y dar varios balones de gol. La exhibición ante los ché del uruguayo fue realmente portentosa.
Con 23 años tiene mucho que decir. En el Sevilla vive su particular reto: demostrar que tiene entidad para ser uno de los grandes, tras su paso silencioso por el Camp Nou y Turín. Y entidad tiene, así como una personalidad poco vista en los campos para asumir la responsabilidad del juego y echarse el equipo a sus espaldas. En principio su función es defender, pero Cáceres llega mucho más allá del principio. Lejos de la emblemática saga charrúa de los Montero, que se contempló en su primera generación en los años setenta en el Granada CF y la prosiguió brillantemente Paolo en la Juve, Cáceres entiende el juego de otra forma, con la misma fuerza, pero con un punto de calidad e ingenio que le hace ser diferente y dibuja ante sí un horizonte excepcional. Con el nombre del gaucho más valeroso de cuantos dibujara la intelectualidad rioplatense, el bueno de Martín cabalga hacia el éxito, cada vez a más velocidad.
Fuente: http://sevillafc.es/_www/actualidad.php?op=not&id=19077
Con 23 años tiene mucho que decir. En el Sevilla vive su particular reto: demostrar que tiene entidad para ser uno de los grandes, tras su paso silencioso por el Camp Nou y Turín. Y entidad tiene, así como una personalidad poco vista en los campos para asumir la responsabilidad del juego y echarse el equipo a sus espaldas. En principio su función es defender, pero Cáceres llega mucho más allá del principio. Lejos de la emblemática saga charrúa de los Montero, que se contempló en su primera generación en los años setenta en el Granada CF y la prosiguió brillantemente Paolo en la Juve, Cáceres entiende el juego de otra forma, con la misma fuerza, pero con un punto de calidad e ingenio que le hace ser diferente y dibuja ante sí un horizonte excepcional. Con el nombre del gaucho más valeroso de cuantos dibujara la intelectualidad rioplatense, el bueno de Martín cabalga hacia el éxito, cada vez a más velocidad.
Fuente: http://sevillafc.es/_www/actualidad.php?op=not&id=19077