bonel
Usuario Mítico
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El 18 de agosto empieza la Liga y nadie sabe donde se podrán ver los partidos de su equipo favorito. De momento Mediapro y Prisa TV emitirán sólo los encuentros de los que tienen derechos, pero sus principales ejecutivos han retomado las negociaciones contra-reloj para poder distribuir toda la Liga en sus diferentes plataformas.
Hace poco menos de quince días, Mediapro lanzaba el concurso para los derechos del fútbol, un concurso que se materializaba horas después de que se rompieran las negociaciones con Prisa TV para llegar a un acuerdo respecto de los derechos. Se producía además después de que Jaume Roures rechazara una multimillonaria oferta de Prisa –de casi 600 millones- para comprar los derechos de todos los partidos en exclusiva y así cerrar definitivamente Gol TV.
Mediapro tiene los derechos de los partidos en casa del Real Madrid y el Barcelona, pero Digital Plus tiene los de otros equipos (Atlético, Celta, Espanyol, Getafe, Osasuna, Real Sociedad, Zaragoza, Athletic y Betis) lo que le impediría al grupo de Jaume Roures emitir partidos de los dos grandes cuando jueguen fuera de casa en determinados campos. Si a esto le sumamos algunos clubes rebeldes que optan por una negociación conjunta de los derechos, tenemos un complejo panorama de difícil solución que se ha venido negociando las últimas semanas y cuyas conversaciones se han retomado hace unos días.
Los negociadores de los dos grupos –ejecutivos de alta gama involucrados en las conversaciones- han recibido orden de no tomarse vacaciones hasta que todo se resuelva. En principio todo tiene que quedar solventado antes del comienzo de la Liga, el próximo sábado 18 de agosto, aunque no se decarta un comienzo de Liga con hostilidades ya que un grupo de clubes ya ha anunciado su intención de realizar una huelga en protesta por los horarios establecidos a algunos partidos durante las jornadas que se desarrollen en agosto.
En estos momentos hay una suerte de empate técnico entre los derechos. De esta manera, y si cada uno de los grupos comercializa sus equipos y distribuye sus partidos por separado, sólo generaría confusión y pérdidas de interés comercial en la competición. El año pasado Prisa TV compró los derechos a Mediapro y lograron emitir los partidos en simultáneo mediante Gol TV, Canal Plus Liga y casi todos los operadores de cable. Este año sin embargo Prisa TV ya ha comprado los derechos de algunos equipos y considera que algunos contratos suscritos por Mediapro vulneran el espíritu de la Ley de competencia que establece el fin de los contratos de duración de más de tres años.
El resultado es que los dos grupos hayan comenzado por separado la comercialización, sin saber todavía que partidos podrán emitir, y que Mediapro haya lanzado un concurso con encuentros de los que no tiene todos los derechos. De momento, Gol TV y Canal Plus Liga emitirían encuentros diferentes, aunque ya se han producido efectos colaterales: Gol TV ya ha dejado de emitirse en Imagenio a la espera de que se resuelva el conflicto.
La lógica indica que las dos empresas están condenadas a entenderse y que un eventual acuerdo sería lo más rentable para el sector, para sus propios bolsillos y para la sanidad mental de los espectadores que no sabe dónde, ni cómo podrán ver el fútbol a partir de agosto. Y eso que falta menos de dos semanas para que en teoría comience la Liga.
Hace poco menos de quince días, Mediapro lanzaba el concurso para los derechos del fútbol, un concurso que se materializaba horas después de que se rompieran las negociaciones con Prisa TV para llegar a un acuerdo respecto de los derechos. Se producía además después de que Jaume Roures rechazara una multimillonaria oferta de Prisa –de casi 600 millones- para comprar los derechos de todos los partidos en exclusiva y así cerrar definitivamente Gol TV.
Mediapro tiene los derechos de los partidos en casa del Real Madrid y el Barcelona, pero Digital Plus tiene los de otros equipos (Atlético, Celta, Espanyol, Getafe, Osasuna, Real Sociedad, Zaragoza, Athletic y Betis) lo que le impediría al grupo de Jaume Roures emitir partidos de los dos grandes cuando jueguen fuera de casa en determinados campos. Si a esto le sumamos algunos clubes rebeldes que optan por una negociación conjunta de los derechos, tenemos un complejo panorama de difícil solución que se ha venido negociando las últimas semanas y cuyas conversaciones se han retomado hace unos días.
Los negociadores de los dos grupos –ejecutivos de alta gama involucrados en las conversaciones- han recibido orden de no tomarse vacaciones hasta que todo se resuelva. En principio todo tiene que quedar solventado antes del comienzo de la Liga, el próximo sábado 18 de agosto, aunque no se decarta un comienzo de Liga con hostilidades ya que un grupo de clubes ya ha anunciado su intención de realizar una huelga en protesta por los horarios establecidos a algunos partidos durante las jornadas que se desarrollen en agosto.
En estos momentos hay una suerte de empate técnico entre los derechos. De esta manera, y si cada uno de los grupos comercializa sus equipos y distribuye sus partidos por separado, sólo generaría confusión y pérdidas de interés comercial en la competición. El año pasado Prisa TV compró los derechos a Mediapro y lograron emitir los partidos en simultáneo mediante Gol TV, Canal Plus Liga y casi todos los operadores de cable. Este año sin embargo Prisa TV ya ha comprado los derechos de algunos equipos y considera que algunos contratos suscritos por Mediapro vulneran el espíritu de la Ley de competencia que establece el fin de los contratos de duración de más de tres años.
El resultado es que los dos grupos hayan comenzado por separado la comercialización, sin saber todavía que partidos podrán emitir, y que Mediapro haya lanzado un concurso con encuentros de los que no tiene todos los derechos. De momento, Gol TV y Canal Plus Liga emitirían encuentros diferentes, aunque ya se han producido efectos colaterales: Gol TV ya ha dejado de emitirse en Imagenio a la espera de que se resuelva el conflicto.
La lógica indica que las dos empresas están condenadas a entenderse y que un eventual acuerdo sería lo más rentable para el sector, para sus propios bolsillos y para la sanidad mental de los espectadores que no sabe dónde, ni cómo podrán ver el fútbol a partir de agosto. Y eso que falta menos de dos semanas para que en teoría comience la Liga.
