Sergio Sánchez mira al futuro con optimismo y a largo plazo se ve de nuevo vestido de corto como sevillista. El catalán se operó momentos después de conocer el resultado de la final de Copa. "No quería saber nada hasta después de la operación, pero las ganas me pudieron y fue positivo entrar sabiendo que el equipo había ganado", confesó entre sonrisas, para luego comentar cómo fue todo: "Llegamos al hospital y desde el principio el trato fue muy amable y agradable, todo era muy sencillo, con mucha naturalidad. Me dijeron que las expectativas eran muy buenas, que no tuviera ningún tipo de miedo. Fue despertar y recuerdo ver a mi familia y al médico, pregunté si todo había salido cómo se esperaba y me dijeron que no, que había salido mejor... Explotó un cúmulo de alegráis y llantos al ver que el esfuerzo de ser operado tiene su recompensa". Sánchez calificó su paso por el quirófano como "una primera victoria, pero no sólo mía, sino de todos, del Club, que me ha apoyado en todo, me ayudaron a decidir porque es una decisión que no debía tomar solo. Entre mi familia, Monchi, presidente y compañeros, gracias a todos ellos y a mí carácter decidí afrontar la operación y tener al menos la oportunidad de volver a jugar. De momento parece que vamos ganando 1-0".
El sevillista confirmó que con la operación confirma que podrá llevar una vida normal sin problemas, estando su lucha ahora en poder volver a los terrenos de juego: "Podré vivir sin problemas, está confirmado que ha salido todo perfecto. Los primeros pronósticos apuntan a que pueda volver a jugar, pero esto es un proceso largo. Ahora viene lo más duro: trabajar y fortalecer, seguir los pasos de los médicos y tener paciencia... Pero bueno, vamos con esa esperanza y espero que al final todo ese esfuerzo se pueda ver recompensado en el terreno de juego".