bonel
Usuario Mítico
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Una vez terminado el Mundial, resulta gratificante y hasta conmovedor imaginar la cantidad de niños
que intentarán emular el cabezazo de Puyol, el gol de Iniesta, las paradas de Casillas o incluso el
escupitajo de Piqué, que estarán de acuerdo conmigo que fue muy divertido. Y si no, que se lo
pregunten a Pedro Cortés, la ví*ctima de la broma, que no dudó en calificar de "chiquillada" lo
sucedido. No es extraño por tanto imaginar que cientos y cientos de niños, ante la aprobación y
risas de sus progenitores, intenten imitar al defensa del Barça, apuntando el escupitajo en cuestión
al profesor, al vecino, al abuelo o a ese señor que pasa por debajo del balcón. No me digan que no
es gratificante y conmovedor (además de divertido) el ejemplo dado por Piqué.
que intentarán emular el cabezazo de Puyol, el gol de Iniesta, las paradas de Casillas o incluso el
escupitajo de Piqué, que estarán de acuerdo conmigo que fue muy divertido. Y si no, que se lo
pregunten a Pedro Cortés, la ví*ctima de la broma, que no dudó en calificar de "chiquillada" lo
sucedido. No es extraño por tanto imaginar que cientos y cientos de niños, ante la aprobación y
risas de sus progenitores, intenten imitar al defensa del Barça, apuntando el escupitajo en cuestión
al profesor, al vecino, al abuelo o a ese señor que pasa por debajo del balcón. No me digan que no
es gratificante y conmovedor (además de divertido) el ejemplo dado por Piqué.