thunder
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El manacorí superío al alicantino en dos sets, 6-2 y 6-4. Ferrer despedició dos bolas con su servicio para ponerse 2-5 en el segundo. El número uno del mundo consigue su trigesimo primer título en tierra batida y supera en uno a Borg y Orantes.
Rafa Nadal juega al mismo ritmo que supera récords de los más grandes. Incontestable. El número uno del mundo ha conquistado su sexta final en el Conde de Godó. Ha nagado al tenista más en forma del momento, su compatriota David Ferrer, por 6-2, 6-4. El alicantino poco ha podido hacer ante un hombre que va camino de ser el mejor tenista de la historia.
Al menos en tierra batida. Nadal acumula 31 títulos en el polvo de ladrillo y supera en uno a dos mitos: el granadino Manuel Orantes y al que muchos señalan como el mejor tenista de la historia en esta superficie, Bjorn Borg.
David Ferrer no salió atemorizado ante semejante rival. Todo lo contrario. El alicantino quería hacer gala de su gran momento de forma y salto a la pista central del Real Club de Tenis de Barcelona con la lección aprendida de Montecarlo.
Tenía que ser más constante y elegir mejor los momentos para atacar, y así lo hizo. El problema ha sido que Rafa, es mucho Rafa. Demasiado. El manacorí lo demostró la primera vez que esutvo contra las cuerdas. Nada más empezar, Ferrer podía tenía un 15-40 a favor para romper el servicio de Rafa y ponerse 2-0 en el marcador.
Pero el número uno del mundo no da facilidades. Aunque Nadal sufrió hoy hasta tres roturas de su servicio, tuvo el partido en todo momento bajo control. Cuando mejor y más atrevido estaba Ferrer, el manacorí sacaba su drive a pasear o mandaba con la derecha un paralelo imposible. David empezaba a ver un muro al otro lado de la red.
Ferrer iba de más a menos y Nadal, como los grandes, todo lo contrario. Cada vez que apretaba, sacaba a su amigo 'Ferru' de la pista. Así terminó el primer set 6-2, por momentos, un paseo para Rafa.
'Ferru' echa el resto
Era el mejor partido que se podía ver en estos momentos en tierra y Ferrer lo demostró en el segundo set. Más incisivo, subiendo a la red y, sobre todo, no errando varias voleas fáciles que sí marró en el primer set.
Ferrer buscaba con un excelente revés paralelo la derecha de Nadal. El lado accesible del líder ATP. El aspirante dominaba el segundo set por 2-4 y parecía que todo se decidiría en un tercer set.
No fue así. Rafa Nadal, como los grandes genios, necesitan muy poco tiempo para reaccionar de manera asombrosa ante un problema. Activo su derecha, que devolvía ahora liftados incontestables a la línea de fondo. Antes, Ferrer repitió su regalo del primer set y con el 2-4 a juegos y el 40-15 a puntos en el marcador, desperdició dos bolas que le hubieran otorgado la preciosa ventaja de 2-5.
Ahí, posiblemente, terminó el partido. Este nuevo hito en la historia de Rafa Nadal lo acerca, con la objetividad que amparan los números, a la figura del mejor tenista de todos los tiempos sobre la tierra batida. 5 Roland Garros (Grand Slam que se disputa en esta superficie) y 31 torneos arcilla. Es cierto que el sueco Borg tiene un título más en Paris y que el récord de Guillermo Vilas (45 títulos en tierra batida) parece lejano, pero Rafael Nadal sólo tiene 24 años...
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Rafa Nadal juega al mismo ritmo que supera récords de los más grandes. Incontestable. El número uno del mundo ha conquistado su sexta final en el Conde de Godó. Ha nagado al tenista más en forma del momento, su compatriota David Ferrer, por 6-2, 6-4. El alicantino poco ha podido hacer ante un hombre que va camino de ser el mejor tenista de la historia.
Al menos en tierra batida. Nadal acumula 31 títulos en el polvo de ladrillo y supera en uno a dos mitos: el granadino Manuel Orantes y al que muchos señalan como el mejor tenista de la historia en esta superficie, Bjorn Borg.
David Ferrer no salió atemorizado ante semejante rival. Todo lo contrario. El alicantino quería hacer gala de su gran momento de forma y salto a la pista central del Real Club de Tenis de Barcelona con la lección aprendida de Montecarlo.
Tenía que ser más constante y elegir mejor los momentos para atacar, y así lo hizo. El problema ha sido que Rafa, es mucho Rafa. Demasiado. El manacorí lo demostró la primera vez que esutvo contra las cuerdas. Nada más empezar, Ferrer podía tenía un 15-40 a favor para romper el servicio de Rafa y ponerse 2-0 en el marcador.
Pero el número uno del mundo no da facilidades. Aunque Nadal sufrió hoy hasta tres roturas de su servicio, tuvo el partido en todo momento bajo control. Cuando mejor y más atrevido estaba Ferrer, el manacorí sacaba su drive a pasear o mandaba con la derecha un paralelo imposible. David empezaba a ver un muro al otro lado de la red.
Ferrer iba de más a menos y Nadal, como los grandes, todo lo contrario. Cada vez que apretaba, sacaba a su amigo 'Ferru' de la pista. Así terminó el primer set 6-2, por momentos, un paseo para Rafa.
'Ferru' echa el resto
Era el mejor partido que se podía ver en estos momentos en tierra y Ferrer lo demostró en el segundo set. Más incisivo, subiendo a la red y, sobre todo, no errando varias voleas fáciles que sí marró en el primer set.
Ferrer buscaba con un excelente revés paralelo la derecha de Nadal. El lado accesible del líder ATP. El aspirante dominaba el segundo set por 2-4 y parecía que todo se decidiría en un tercer set.
No fue así. Rafa Nadal, como los grandes genios, necesitan muy poco tiempo para reaccionar de manera asombrosa ante un problema. Activo su derecha, que devolvía ahora liftados incontestables a la línea de fondo. Antes, Ferrer repitió su regalo del primer set y con el 2-4 a juegos y el 40-15 a puntos en el marcador, desperdició dos bolas que le hubieran otorgado la preciosa ventaja de 2-5.
Ahí, posiblemente, terminó el partido. Este nuevo hito en la historia de Rafa Nadal lo acerca, con la objetividad que amparan los números, a la figura del mejor tenista de todos los tiempos sobre la tierra batida. 5 Roland Garros (Grand Slam que se disputa en esta superficie) y 31 torneos arcilla. Es cierto que el sueco Borg tiene un título más en Paris y que el récord de Guillermo Vilas (45 títulos en tierra batida) parece lejano, pero Rafael Nadal sólo tiene 24 años...
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