bonel
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La unión fiscal, el papel del BCE y la ampliación del fondo de rescate dependerán de las decisiones de este fin de semana
Durante dos días, los Jefes de Estado o de Gobierno de los 27 se reúnen en Bruselas con el objetivo de reconducir una vez más, la crisis de deuda, que amenaza sobremanera el futuro del euro en un momento marcado por las advertencias de los mercados, a través de las agencias de calificación, de que se acaba el tiempo para salvar la moneda única. A continuación, figuran algunos de los asuntos que se debatirán en la Cumbre.
-El papel del Banco Central Europeo
Una de las decisiones más espinosas será la de autorizar o no al BCE a comprar más deuda soberana de los países en problemas, como Italia y España. Esta medida rebajaría el riesgo sobre estas economías, pero no cuenta con el respaldo de Alemania, que cree que no contribuye a reformar las estructuras de gasto de Roma y Madrid. De todas maneras, si se llega a un acuerdo sobre la denominada ‘unión fiscal’, tanto los rectores del BCE como Merkel y Sarkozy ya han insinuado que no pondrían oposición a nuevas compras de deuda por parte de la institución de Frankfurt.
-La Unión Fiscal
Es el nuevo caballo de batalla en la Unión Europea. Sarkozy y Merkel ya han dejado claro que es uno de sus objetivos fundamentales. Consistiría en la vigilancia y supervisión de los presupuestos nacionales por parte de las autoridades comunitarias, lo que en último término da poder para modificarlos si incumplen las reglas de gasto y, por supuesto, para sanciones. Alemania y Francia ya han expresado de nuevo su propósito de aumentar el castigo a las economías que sobrepasen el déficit del 3% del PIB, pese a que ambos países ya superaron ese porcentaje en el pasado.
-El Fondo de rescate
Después de sucesivas ampliaciones, el llamado Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, dotado ahora de 440.000 millones, se antoja reducido en caso de nuevas emergencias. Las reformas que ya ha iniciado Monti en Italia y las nuevas que se avecinan en España puede contribuir a atemperar la presión sobre estos países, pero la UE busca recursos más allá de sus propios socios en previsión de contingencias no deseadas. Por ello, ha sondeado –sin éxito– la contribución de los países emergentes, como China y Brasil, y espera que el FMI concrete su anunciada ayuda a este Fondo.
-Los Eurobonos
Se trata de una fórmula que consiste en la emisión conjunta de deuda europea que sustituría a la deuda soberana de cada Estado. Alemania y Francia la rechazan, en especial Merkel, por creer que esa garantía solidaria de devolución de préstamos haría recaer, de nuevo, la mayoría de la responsabilidad en Berlín y París. España apoya los eurobonos, aunque otorga una mayor importancia a la posible actuación del BCE.
-La Reforma del Tratado
Adoptar una nueva normativa de unión presupuestaria y fiscal supone reformar los Tratados que dan forma a la Unión Europea. Si finalmente se adoptan las medidas reclamadas por el directorio francoalemán, se abriría un nuevo frente de debate. Y aquí surge también la controversia, porque el presidente del Consejo Europeo, Van Rompuy, y el de la Comisión Europea, Durao Barroso, defienden vías distintas a las que piden Merkel y Sarkozy.
fuente:levante-emv.com
Durante dos días, los Jefes de Estado o de Gobierno de los 27 se reúnen en Bruselas con el objetivo de reconducir una vez más, la crisis de deuda, que amenaza sobremanera el futuro del euro en un momento marcado por las advertencias de los mercados, a través de las agencias de calificación, de que se acaba el tiempo para salvar la moneda única. A continuación, figuran algunos de los asuntos que se debatirán en la Cumbre.
-El papel del Banco Central Europeo
Una de las decisiones más espinosas será la de autorizar o no al BCE a comprar más deuda soberana de los países en problemas, como Italia y España. Esta medida rebajaría el riesgo sobre estas economías, pero no cuenta con el respaldo de Alemania, que cree que no contribuye a reformar las estructuras de gasto de Roma y Madrid. De todas maneras, si se llega a un acuerdo sobre la denominada ‘unión fiscal’, tanto los rectores del BCE como Merkel y Sarkozy ya han insinuado que no pondrían oposición a nuevas compras de deuda por parte de la institución de Frankfurt.
-La Unión Fiscal
Es el nuevo caballo de batalla en la Unión Europea. Sarkozy y Merkel ya han dejado claro que es uno de sus objetivos fundamentales. Consistiría en la vigilancia y supervisión de los presupuestos nacionales por parte de las autoridades comunitarias, lo que en último término da poder para modificarlos si incumplen las reglas de gasto y, por supuesto, para sanciones. Alemania y Francia ya han expresado de nuevo su propósito de aumentar el castigo a las economías que sobrepasen el déficit del 3% del PIB, pese a que ambos países ya superaron ese porcentaje en el pasado.
-El Fondo de rescate
Después de sucesivas ampliaciones, el llamado Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, dotado ahora de 440.000 millones, se antoja reducido en caso de nuevas emergencias. Las reformas que ya ha iniciado Monti en Italia y las nuevas que se avecinan en España puede contribuir a atemperar la presión sobre estos países, pero la UE busca recursos más allá de sus propios socios en previsión de contingencias no deseadas. Por ello, ha sondeado –sin éxito– la contribución de los países emergentes, como China y Brasil, y espera que el FMI concrete su anunciada ayuda a este Fondo.
-Los Eurobonos
Se trata de una fórmula que consiste en la emisión conjunta de deuda europea que sustituría a la deuda soberana de cada Estado. Alemania y Francia la rechazan, en especial Merkel, por creer que esa garantía solidaria de devolución de préstamos haría recaer, de nuevo, la mayoría de la responsabilidad en Berlín y París. España apoya los eurobonos, aunque otorga una mayor importancia a la posible actuación del BCE.
-La Reforma del Tratado
Adoptar una nueva normativa de unión presupuestaria y fiscal supone reformar los Tratados que dan forma a la Unión Europea. Si finalmente se adoptan las medidas reclamadas por el directorio francoalemán, se abriría un nuevo frente de debate. Y aquí surge también la controversia, porque el presidente del Consejo Europeo, Van Rompuy, y el de la Comisión Europea, Durao Barroso, defienden vías distintas a las que piden Merkel y Sarkozy.
fuente:levante-emv.com