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una reflexión interesante...

bonel

bonel

Usuario Mítico
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Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio, porque yo no era comunista,

Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata,

Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté, porque yo no era sindicalista

Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté, porque yo no era judío,

Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.

Cada vez más a menudo recuerdo este poema, escrito por Martin Niemöller, un pastor protestante encarcelado por sus ideas durante ocho años. Pero no pienso en él por los nazis; ni siquiera por los comunistas, los sindicalistas o los judíos.

Lo hago por todos nosotros: los que despedazamos a los políticos en las tertulias de bar, pero seguimos votándoles en cada consulta, por temor a que ganen ‘los otros’, que son 'los mismos'; los que no reaccionamos ante el lamentable deterioro de los servicios públicos, en especial de la sanidad y de la educación –la base de la sociedad que heredarán nuestros hijos - por temor a las represalias; los que ‘tragamos’ con la explotación de bancos y otros especuladores, convencidos de que no hay otro remedio; los que miramos hacia el otro lado ante la picaresca de los tramposos que viven de subsidios y ayudas públicas aunque no las necesiten (o las necesiten menos que otros), incluso aplaudiendo su habilidad para ‘engañar’ al Estado, cuando nos están timando al resto de los ciudadanos. Y sobre todo, los que ‘pasamos’ cuando alguien, amparado por la razón, se atreve a luchar contra alguna de estas injusticias.

Y es que, en el colmo de la apatía, el conformismo y la vulgaridad, hasta tuve que escuchar a un pobre imbécil –en una situación por lo menos tan lamentable como la que yo sufría hace un par de días- amenazarme con ‘hacerme callar de una hos…” si no dejaba de protestar. Es decir, de reclamar mis derechos en forma de un mínimo de información y de una atención digna. Y es que lo malo ya no es ser un borrego, y quererlo ser. Es ponerse del lado del pastor cuando protestan las demás ovejas con razón… para acabar también en el matadero.

En fin, ojalá proteste alguien por ti, por muy estúpido que seas, cuando vengan a buscarte.
 
joder como esta el patio!!
 
uffff,que razon llevas en el texto
vaya navidades
 
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