Relato de un hecho real.
A las 3.00 de la madrugada, suena el timbre de la casa; abre la puerta el dueño y al abrir se encuentra con un completo desconocido, borracho como una cuba, diciéndole:
- ¿ Señog, por bavor, bodría bajar a embujarme un poco, verá ej que... ?
El señor le interrumpe...